La principal función y más importante del esqueleto es sostener la totalidad del cuerpo y darle forma. Para que un animal pueda erguirse del suelo y moverse sobre su superficie, se requiere que un material duro y constante sostenga los tejidos blandos contra la fuerza gravitacional, al mismo tiempo que sea armazón recia donde se inserte los músculos.
El esqueleto también protege los delicados órganos internos, como cerebro y pulmones, de los traumatismos del exterior. El tejido medular óseo, encerrado en la cavidad de algunos huesos, se encarga especial de elaborar la totalidad de los glóbulos rojos y alguna variedad de los blancos.
El sistema esquelético no se compone exclusivamente de huesos, sino que son importantes también las fibras de tejido conectivo en su papel de conservar reunidos los órganos; los ligamentos y tendones están formados por dos clases de fibras especializadas de tejido conectivo que juntan los huesos entre si y éstos con los músculos
En el esqueleto axial está comprendido el cráneo, raquis (columna vertebral), costillas y huesos pectorales o esternón.
El raquis humano está formado por 33 vértebras separadas, diferentes en forma tamaño a diversas alturas de esta columna. La vertebra típica consta de una porción central llamada cuerpo vertebral, del que parte por su cara posterior un anillo óseo llamado arco neutral, el cual forma el orificio vertebral y que en conjunto protege los delicados tejidos de la médula espinal
Los huesos de las extremidades (brazos y piernas) y las cinturas que sujetan al resto del cuerpo forman lo que se ha llamado el esqueleto apendicular
Músculos estriados: Los principales efectores de todos los animales multicelulares, que proveen para los movimientos de respuesta a los estímulos, son los músculos, compuestos de células contráctiles especializadas. Un músculo esquelético típico de un vertebrado es una alargada de tejido compuesta de millones de fibras musculares individuales unidas por fibras de tejido conectivo
Toda la estructura está rodeada de una capa lisa y fuerte de tejido conectivo de modo que puede moverse libremente sobre los músculos adyacentes y otras estructuras con un mínimo de fricción
Clasificación de los huesos
Los huesos del ser humano se clasifican de acuerdo a su forma. Existen 5 tipos de huesos: largos, cortos, planos, irregulares y sesamoideos.
- Largos
El hueso largo está configurado por una zona cilíndrica (diáfisis) y dos extremos llamados epífisis. La diáfisis está formada por tejido compacto, engrosado en la parte media y con una corvatura que le provee resistencia al hueso. En el interior de la porción cilíndrica está la cavidad de la médula. Los extremos de la diáfisis y las epífisis están formadas por hueso esponjoso rodeado de hueso compacto. Algunos de los huesos largos son: tibia, radio, peroné.
- Cortos
Los huesos cortos tiene forma irregular. Son de tejido esponjoso cubierto por una delgada capa de tejido compacto. Los carpianos y tarsianos son huesos cortos.
- Planos
Los huesos planos están donde se necesita protección de las partes blandas del cuerpo. Estos huesos están compuestos de tejido esponjoso encerrado por dos láminas planas de tejido compacto. Ejemplos de dichos huesos son: cráneo, costillas, omóplatos.
- Irregulares
Tienen una forma característica y diferente. Están compuestos por tejido esponjoso cubierto por tejido compacto. Estos huesos son los de las vertebras y los huesillos del oído.
Son huesos pequeños y redondeados. Normalmente se localizan junto a articulaciones y su función es incrementar la función de palanca de los músculos. Un ejemplo de un hueso sesamoideo es la rótula (patela).
Las articulaciones se clasifican por su grado de movimiento y están divididas en 3 grupos: sinartrosis, anfiartrosis y diartrosis. Pero... ¿qué es una articulación? Una articulación es el lugar donde se unen dos o más huesos, sin tomar en cuenta el grado de movimiento que permite esta unión.
Tipos de articulaciones
- Sinartrosis
Sutura |
- Anfiartrosis
Anfiartrosis del pubis |
- Diartrosis
Las diartrosis son articulaciones que permiten el libre movimiento. La amplitud del movimiento está relacionada directamente con la laxitud (distensión o relajación) de la cápsula. Estas articulaciones tienen una cavidad rodeada de una cápsula de cartílago articular fibroso, ligamentos que refuerzan la cápsula y cartílago que cubre los extremos de los huesos que se oponen.
La cápsula articular está revestida con la membrana sinovial, la responsable de producir el líquido sinovial. El cartílago ofrece una superficie de deslizamiento lisa, para el hueso que se opone, gracias a la lubricación provista por el líquido sinovial. Este líquido es la fuente principal de nutrición del cartílago, es un lubricante viscoso que solo se encuentra en las articulaciones sinoviales.
La cápsula articular está revestida con la membrana sinovial, la responsable de producir el líquido sinovial. El cartílago ofrece una superficie de deslizamiento lisa, para el hueso que se opone, gracias a la lubricación provista por el líquido sinovial. Este líquido es la fuente principal de nutrición del cartílago, es un lubricante viscoso que solo se encuentra en las articulaciones sinoviales.
Tipos de diartrosis
- Articulación esférica
Permite la más grande amplitud de movimiento, además de la rotación. La cabeza de una articulación esférica encaja dentro de una cavidad cóncava. Este es el caso de la cabeza del fémur en la cadera.
- Articulación en bisagra o trocleartrosis
El movimiento es limitado para la flexión y la extensión como ocurre en el codo y la rodilla. La superficie convexa de la articulación encaja en una concavidad.
- Articulación rotativa o trocoide
Cervicales 1 y 2 |
- Articulación condílea
El movimiento ocurre en dos planos en ángulos rectos recíprocamente. Se pueden combinar movimientos de flexión, abducción, extensión y aducción. Un ejemplo es la muñeca, la articulación la encontramos entre el radio y los huesos del carpo. En esta articulación, el condilo es oval y la cavidad donde encaja es elíptica.
- Articulación en silla de montar o encaje recíproco
Permite el movimiento en dos planos en ángulos rectos recíprocamente. La superficie de la articulación es cóncava en una dirección y convexa en la otra, mientras la otra superficie articular es recíproca, es decir, convexa y cóncava. Esta articulación no permite la rotación axial. Un ejemplo es la articulación carpometacarpiana del pulgar.
- Articulación artrodial
EL CRÁNEO
El esqueleto óseo de la cabeza está constituido por el cráneo y la mandíbula.
El cráneo, alberga el encéfalo y los órganos de los sentidos, da soporte estructural a la cara y contiene los tramos iniciales de los tractos gastrointestinal y respiratorio.
El cráneo puede dividirse en neurocráneo que protege al encéfalo y esplacnocráneo, que corresponde al esqueleto facial. El límite de ambas regiones se sitúa en la raí nasal y se extiende por el borde superior de las órbitas hasta el meato auditivo externo.
1.- Huesos del cráneo (Neurocráneo)
Los huesos del cráneo desempeñan funciones de protección para el encéfalo son los siguientes: un frontal que forma la frente y contribuye a formar las órbitas de los ojos; un occipital situado en la región post-inferior del cráneo; dos temporales localizados uno a cada lado del cráneo a nivel de los oídos; dos parietales que se encuentran a cada lado de la cabeza hacia la parte superior por encima de los temporales; un esfenoides que se encuentra formando la base anterior del cráneo y un etmoides situado entre el frontal y el esfenoides.
2.- Huesos de la cara (Esplacnocráneo)
La región de la cara comprende 14 huesos que contribuyen a formar cavidades. Todos los huesos de la cara están soldados al cráneo, excepto el maxilar inferior que se articula al cráneo por una articulación móvil. Estos huesos son:
Dos nasales que forman la base de la nariz.
Dos malares que forman los pómulos de la cara.
Dos lagrimales o unguis que están situados en las órbitas de los ojos y presentan un canal lagrimal por donde corren las lagrimas.
Dos cornetes inferiores que se encuentran en las fosas nasales.
Dos palatinos que forman el paladar óseo junto con los maxilares superiores y ayudan a formar la cavidad nasal, la bosa y las órbitas.
Dos maxilares superiores contribuyen a formar las órbitas, las fosas nasales y la bóveda de la boca. En su borde inferior presentan alvéolos donde se alojan los dientes.
El maxilar inferior que forma la mandíbula inferior. Posee alvéolos donde se alojan los dientes y movimiento.
Finalmente el vómer que forma parte del tabique nasal.
EL TRONCO
El tronco está constituido por 58 huesos y para su estudio se consideran las partes siguientes: la columna vertebral, las costillas y el esternón.
1.- La columna vertebral
La columna vertebral constituye el eje del cuerpo y está situada en la línea media posterior del cuerpo. Se extiende desde la base del cráneo hasta la región coxígea. Está constituida por 33 vertebras que se unen por discos cartilaginosos invertebrales.la columna vertebral está constituida por las vertebras cervicales, dorsales, lumbares, sacras y coxígeas.
2.- Las costillas
Son huesos largos arqueados y planos que se articulan por detrás con la columna vertebral y por delante con el esternón. Son doce pares de los cuales los siete primeros forman las costillas verdaderas, pues se unen directamente al esternón. Los tres siguientes constituyen las costillas falsas, ya que no se unen al esternón sino a los cartílagos de las costillas verdaderas. Los dos últimos pares reciben el nombre de costillas flotantes porque su extremidad anterior queda libre.
3.- El esternón
Es un hueso plano situado por delante en la línea media del cuerpo. En el esternón se apoyan las dos clavículas y los diez primeros pares de costillas.
EXTREMIDADES SUPERIORES
Para estudiar los huesos de las extremidades superiores se pueden distinguir: el hombro, el brazo, el antebrazo y la mano.
1.- Huesos del hombro
El hombro está formado por la clavícula y el omóplato. Al conjunto de huesos que forman los hombres se le conoce con el nombre de cintura escapular.
La clavícula es un hueso en forma de S que está situado en la región antero superior del tórax se articula con el esternón y el omóplato.
El omóplato es un hueso aplanado situado por detrás de la caja torácica.
2.- Hueso del brazo.
Está formado por un solo hueso, el húmero.
El húmero es un hueso largo que se articula con el omóplato y con la cabeza del radio.
3.- Huesos del antebrazo
Consta de dos huesos: el cúbito situado hacia adentro y el radio hacia afuera.
El radio es más corto que el cúbito y algo curvado. El radio puede girar sobre el cúbito, lo cual permite los movimientos de la mano, es decir, voltearla hacia abajo y adentro y hacia arriba y afuera.
4.- Huesos de la mano
La mano consta de 27 huesos y está dotada de gran movilidad y agilidad. En la mano podemos diferenciar 3 regiones:
1) El carpo: está formado por ocho huesos pequeños dispuestos en dos filas. La primera se articula con el antebrazo y está formada por: escafoides, semilunar, piramidal, pisiforme. La segunda se articula con los huesos de la palma y está formado por: trapecio, trapezoide, mayor y ganchudo.
2) El metacarpo corresponde a la palma de la mano y está formado por cinco huesos metacarpianos, uno para cada dedo.
3) Los dedos que están formados por tres huesos cada uno: falange, falangina y falangeta, excepto el pulgar que solo tiene falange y falangeta.
EXTREMIDADES INFERIORES
Para estudiar los huesos de las extremidades inferiores se dividen en cuatro regiones: cadera o cintura pélvica, muslo, pierna y pie.
1.- Huesos de la cadera o cintura pélvica
La cadera sirve de fijación a las extremidades inferiores y está formada por dos huesos grandes, los ilíacos o coxales que provienen de la soldadura de tres huesos: el ileón, el pubis y el esquión.
2.- Hueso del muslo
Está constituido por un solo hueso, el fémur que va desde la cadera hasta la rodilla, se articula con la cavidad cotiloidea del ilíaco.
3.- Huesos de la pierna
Está constituida por dos huesos largos: la tibia, hacia el lado interno, y el peroné, hacia el lado externo; la rotula, que forma parte de la articulación de la rodilla, se halla por tanto entre el muslo y la pierna e impide que la pierna flexione hacia adelante.
4.- Huesos del pie
Los huesos del pie se distribuyen en tres grupos: tarso, metatarso y dedos.
El tarso constituye el empeine del pie y comprende siete huesos: el astrágalo, que se articula con la tibia y el peroné; el calcáneo que forma el talón; el cuboides, el escafoides y los tres cuneiformes.
El metatarso o planta del pie está formado por cinco huesos metatarsianos.
Los dedos están formados por tres falanges cada uno, como en los dedos de la mano.
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